Siempre al CENTRO |
Me preguntaron alguna vez:
EL QUE PREGUNTÓ: Oye, se supone que tu no eres de izquierda...¿qué haces escuchando a Silvio Rodriguez y Mercedes Sosa todo el tiempo?
SOLE(YO): El que los escuche no quiere decir que comparta su pensamiento político, me gustan, soy tolerante y además, su concepto de amor, su compromiso con el pueblo, con la patria, eso me encanta.
Cuando yo tenía 5 años, mientras mi compañeritos del jardín de niños cantaban "Pimpón en un muñeco..." yo cantaba a la perfección "La Maza", y en mis fiestas de cumpleaños, yo cantaba en medio de la reunión alguna canción de Mercedes que por ahí la había escuchado en casa.
Mi casa siempre estuvo llena de gente, llena de música, llena se olores de dulce y sobre todo, de gente de izquierda, y uno que otro comunista extraño, que gracias al cielo, fue separado del grupo de amistades.
Por allá por el año 84, en casa éramos mis dos abuelos, mi mamá, mis cuatro tíos (todos estudiantes san marquinos al igual que lo fue mi mamá y años después yo), y recuerdo que siempre la casa, era el punto de encuentro de todos los amigos del barrio de todos, compartían amistades y recuerdo que en la sala, debajo del equipo de música, del tornamesa, habían cientos de LP's y cassettes, entre ellos recuerdo que yo tenía entre 5 ó máximo 6 años y me sabía todas las canciones de Silvio de aquella época, es más, recuerdo que en casa se hicieron una que otra reunión de amigos de izquierda de la universidad de mis tíos, y yo como siempre, en medio de los grandes.
Pasaron los años, y no, no me caló en el corazón las inquietudes izquierdistas, las revoluciones marxistas, las obras de Mariategui no se volvieron lectura obligatoria para mi, y por el contrario, a los 16 años, estaba más que convencida que mi concepto de progreso no eran los de Lenin, la revolución cubana me parecía la represión "permitida" más loca del mundo, muy "jalada de los pelos" y empecé a definir mi línea a seguir, definitivamente no sería izquierdista, al menos con esa izquierda radical, la izquierda extrema, no iba conmigo, es más, hay cosas que me parecen evidentes, pero se que un izquierdista formado y sacramentado, jamás compartiría mi punto de vista.
Ya en la universidad, estamos hablando del año 96, a pesar de existir mucho izquierdista en San Marcos, tuve que comparar y los lineamientos de la derecha extrema tampoco me parecían saludables, ni cuerdos, ni benévolos, pero una que otra cosa si coincidía con ese pensamiento aun formándose, asi que me incliné por un partido político que se acerque, aunque sea un poquito, a mis inquietudes: por aquellos años, se iba gestando la maquinaria más gigantesca de corrupción, demagogia absurda (para distraer al pueblo), las voluntades tenían precio, la libertad de opinión te podían costar la vida y eso hizo que mi inquietud aun fuese mayor.
Un grupo de jovenes empezamos a movilizarnos, éramos 30 jovenes sanmarquinos, poca gente de la PUCP, de Villareal, de muchas universidades, sin importarnos precisamente nuestra tendencia política, sabíamos que algo feo se venía, nos reuníamos en el Parque universitario, o detrás de la Fac. de geología de San Marcos, en descampados, en lugares en que pasáramos desapercibidos, al menos para no levantar sospecha; en ese grupo habían izquierdistas, socialistas, gente de derecha, éramos muchos inconformes.
Por cosas que contaré aun más adelante, de mi grupo más cercano, quince jóvenes, incluyéndome, fuimos evaluados para ingresar a la Academia de Diplomáticos, cosa "extraña", porque el requisito era que hubiésemos culminado la carrera y aun estábamos a mitad, de ese grupo, solo ingresé yo; partía mis horarios entre las clases de la universidad y las de la Academia, terminaba exhausta, y como era lógico...dejé de reunirme, pero me mantenía al tanto.
Por cosas, aun más extrañas, "me premiaron", haciendo mi primer destacamiento a Madrid, y posteriormente a Barcelona, por espacio de 2 años, que en realidad fue mucho más...lejos de mi patria.
Regresé al Perú del todo al cabo de 6 años, y me encontré con un país fracturado en tres: IZQUIERDA, CENTRO y DERECHA.
Todo era tan distinto!, todo lo que había vivido hasta entonces, ahora parecía tan utópico!, era ver como todos los días, los intereses personales le ganaban a los ideales de progreso. Me encontré con un país solvente, en crecimiento, pero sin espíritu, me encontré con un gobierno democrático, pero moralmente "extraño", una cosa era trabajar para el gobierno fuera del país y otra cosa era estar aquí...no quise más de eso. De aquel grupo, que e algun momento fueron "aliados", todos estában dispersos, marcando su inclinación política y marcando brechas poco entendibles.
Me encontré con una "DERECHA BRUTA Y ACHORADA", pero también me encontré con los "CAVIARES Y LOBBISTAS", ¿en dónde iba a parar entonces?, y si...terminé al medio, al CENTRO.
Volví a militar en mi antiguo partido político, del cual, a Dios gracias, se había modernizado un poco, y también habían adoptado la misma tendencia de Centro, un centro responsable, que aporte, sin mezquindades apoyé en las dos campañas presidenciales que vinieron posteriormente.
Y...recuerdan el post anterior?, en que les hablaba de ese amor platónico, se acuerdan?...ella es de izquierda, pero es una izquierda más civilizada, de las que propone, de las que ayuda a construir, y eso me encanta, pero son muchas cosas en las que aun no ando de acuerdo.
Una vez, a Mercedes Sosa le preguntaron por su tendencia política, y sus recomendaciones para el mejoramiento de su nación, y ella sabiamente respondió: "Es un enorme error pensar que el gran cambio tiene que venir desde los partidos políticos. No, tiene que venir desde cada uno. Los seres humanos tenemos que aprender a respetarnos a nosotros mismos y después respetar a los demás. No sé quién dijo que primero tenemos que aprender a tolerar, pero que mejor que eso es aprender a respetar al otro....La cultura es lo único que puede salvar un pueblo, lo único, porque la cultura permite ver la miseria y combatirla. La cultura permite distinguir lo que hay que cambiar y lo que se debe dejar, como la bondad de la gente, el compartir una empanada, un vino..."
En estos años aprendí eso, que si dejásemos de ser tan mezquinos, si en vez de perder tiempo en buscar el beneficio partidario, el beneficio del bolsillo, si por alguna vez en nuestra vida, fuésemos un poquito más tolerantes unos con otros, si dejásemos de satanizar las otras ideologías encontrando siempre los puntos discordantes del otro y nos dedicásemos a buscar puntos de encuentro, formas, EN CONJUNTO, de cómo ayudar al que no tiene, dándole trabajo, no regalándole las cosas...si hiciésemos eso, que diferente sería nuestra realidad ahora no?. Soy de CENTRO, busco aportar, no creo que todo lo malo se solucione encadenándome o victimizándome, creo que un país que puede generar una cantidad fuerte de empresarios modernos, desde el joven que lustra zapatos, hasta el comunero, que aplicando ingenio y un buen asesoramiento financiero y de márgenes de calidad, puede transformar su futuro en algo mejor, creo en el trabajo duro, creo en la capacidad de no robar!!!, creo en un país que cuida sus recursos contra viento y marea, con un país que protege su democracia aunque le cueste la vida...en eso creo, en eso siempre he creído.