sábado, 2 de noviembre de 2013

LA HUIDA BRASILERA


El jueves tomé un avión, y me fui lejos...estoy en Sao Paulo.
Mi asiento...solo para mi, y en clase Premium
¿Qué tal el desayuno?



Mis millas libres estaban por vencerse, tenía el tiempo, el dinero y una buena excusa...hice maletas y me largué lo más lejos que me puedan llevar esas millas gratuitas, osea, que el vuelo de ida y vuelta (y en clase Premium) me costó tan solo un 20% de lo que me hubiese salido y en esa categoría, lo cual me permitiría darme 4 días de descanso lujoso, sin importarme absolutamente nada de lo que suceda, o de lo que pasó atrás.


Hace tanto, pero taaaaantos años que no me escapaba así!!!, necesitaba cambiar de cielo, de tierra, volver a ser la misma Sole que era hace años, la que nunca le tenía miedo a nada, aventurera, conquistadora de lugares, artífice de sus propias mega aventuras, necesitaba con urgencia volver a ser yo y reencontrarme conmigo misma.

Quizás siempre estuve renuente a venir a Brasil, sobretodo por la bendita vacuna que tuve que ponerme, por el clima, no se...siempre le puse "mil peros", y para cuando los "peros" se me acabaron...se me había acabado el dinero y la salud también.
En el mismo avión hice amistades, Rida y Nelly, dos hermanas que si bien son brasileras, viven en Lima hace un par de meses porque están haciendo una maestría, asi que ellas son mis guías de viaje por estos días. Es más, vine un rato solo a vestirme para ir a un bar esa noche con ellas, y de paso a escribir este post. Es que desde la comida, la bebida, el lugar, su magia, su gente, el clima...todo, me gusta; los sabores son tan distintos, extraños aun, pero ricos la gran mayoría...¿cómo pude estar tan lejos de esto?.
Me encanta Sao Paulo...no pensé que me gustaría tanto, aunque tendré que volver a la realidad en unos días, y mientras eso sucede, me olvidare que yo soy yo, para crear una nueva yo...al menos por un rato.