jueves, 13 de junio de 2013

LLEGADA Y OLÉ

Llegué a Madrid, Barajas estaba abarrotado de gente, como todo aeropuerto supongo, pero era verano (allá) y el tránsito se hacía difícil; llegué, no lo podía creer, después de tantas horas de vuelo, por fin había llegado a la más loca aventura de mi vida.
Según el informe del ministerio, alguien de la embajada iría por mí, miraba desorientada y tensa,...y si no iban por mi?, y si me perdí?, y si tomé el avión equivocado?, total, a alguien le ha pasado, puede que me hubiese pasado a mi, y así estuve 15 minutos (los más largos y extensos), hasta que por fin, vi a un señor a lo lejos, con un cartelito con mi nombre, me regresó el alma al cuerpo, y la sonrisa a la cara.
SR. EDUARDO(el chofer de la agregaduría cultural): Srta Soledad??, mucho gusto soy Eduardo López, el chofer de la agregaduría, me encargaron pasar por ud.
SOLE: Si, estaba buscando por otro lado...me perdí, soy nueva en esto (me reí)...
SR. EDUARDO: No se preocupe, he visto caras de asustada como la de ud. cientos de veces (se empezó a reír el hijo de puta, mientras nos íbamos acercando al auto).

Maletas embarcadas, y empezamos en trayecto a los que sería mi casa por algún tiempo, la carretera, si mi memoria no me falla, se llama Av. Hispanidad y la otra no recuerdo bien el nombre; eran enormes, hoteles cercanos, pronto vería el centro de la ciudad, y yo...pegada como una calcomanía a la ventana, extasiada, emocionada, las largas horas de ese vuelo tortuoso, se fueron por arte de magia, no existió nunca los reclamos previos, los gritos, el ex novio...nada.

El sr. Eduardo me iba señalando uno a uno los lugares y calles que debía conocer, me contaba una que otra costumbre, como para no desentonar tanto, y así conocí La Puerta de Alcalá!!!,  era más linda que en los libros, la calle Atocha, La iglesia de la Almudena...lindas todas; algunas calles ligeramente más angostas que en mi ciudad, otras eran mucho más anchas, los negocios abiertos (eran casi las 2pm.de allá). un calor infernal, la gente en algunas piletas,  pero eso era de menos...por fin, mi vida sería distinta, hasta que me dí cuenta de algo "...y si esta vez me dedico a ser lesbianamente yo misma?" (pregunta para más extraña).

Nunca había besado a una mujer en la boca, bah!, de niña, en primaria besé a una, pero eso no cuenta, ni nunca había experimentado el sexo con una mujer tampoco, y en ese instante me dí cuenta que quizás, ese también sea un nuevo inicio, de por fin descubrir lo que hasta ese momento me tenía loca "...y si me gusta y ya no hay vuelta atrás?", con la cabeza en revolución absoluta, por fin me instalé en mi casa temporal, en un apartamento pequeño en el centro de Madrid, la calle se llamaba Hermosilla y estaba a unas 4 cuadras de mi  nuevo trabajo en la embajada.
 Esa noche no dormí, para empezar porque el cambio de horario me tenía desubicada (seis malditas horas de diferencia, mientras todo mundo dormía, qué carajos iba a hacer?), estaba tan...emocionada, nerviosa y ansiosa que no pegué un ojo; el calor también era insoportable y empecé a tener ligeros síntomas de "mamitis", que aunque no duró mucho, se hicieron sentir. Y así...inicié el primero de muchísimos viajes, así empecé el inicia de mi loca, accidentada, variopinta y fabulosa vida. Olé.