viernes, 21 de marzo de 2014

¿TE CONOZCO?


Hace algunos años, mientras era jefa de carrera en una universidad pública, había un alumno bastante...particular.
Su nombre, Juan Carlos; de apariencia muy descuidada, desalineado, siempre con el ceño fruncido, alto, trataba mal a la gente, se dormía en clases, llegaba tarde, era grosero, cizañoso, conflictivo, indiscreto, casi todos los adjetivos que se le puedan aplicar a este tipo de personas. Sus notas eran bajas, no desaprobatorias, pero unas más bajas que otras, y lo veía porque en cada reunión de docentes a las que convocaba, él era uno de los temas a tratar, simplemente ya no lo toleraban, ni los maestros, ni sus compañeros...ni yo.
Inclusive llevé su caso al Vice rectorado académico, para que ellos, con poder superior al mío, autoricen sacarlo con libertad de la carrera o mínimo, ponérsela difícil y que él mismo decida irse (si...eso hacen en casi todas las universidades).  

Juan Carlos tenía solamente 18 años, se podría decir que recién cumplidos, y más allá de esa imagen y concepto que teníamos de él, no se sabía más; nadie sabía con quienes vivía, o dónde vivía, y eso me causó extrañeza, porque la dirección que figuraba entre sus registros, no existía (lo averigüe), no se sabía si tenía hermanos o parientes...nada; se me ocurrió buscar en sus archivos médicos, y había un número en caso de emergencias, pero era un número de teléfono de provincia, la cosa se ponía aun más extraña.

Y es que el muchacho era un total desastre, pero antes de tomar medidas más drásticas, creí conveniente, conversar con algún pariente mayor de edad que él tuviese, o alguien, un tutor, o no sé...alguien. Recuerdo que un lunes, si mal no recuerdo, eran las 6 o 6:30pm, yo ya estaba saliendo de mi oficina, salí con mi maletín por el corredor de la galería de arte de la universidad (no solía tomar ese camino casi nunca), y me cruzo con uno de los profesores de la carrera:
PROF. NUÑEZ: Solecito!!!, como estás???, ya a casita?
SOLE: Hola Oscar!, si, ya estoy de salida, qué tal?, tienes clase con un grupo nuevo creo más tardecito no?
PROF. NUÑEZ: Si, voy a RR.HH. firmo y me voy a mi clase
SOLE: Ok Oscar, entonces anda antes que se te haga tarde, nos vemos (me despedí, me dí media vuelta y seguí caminando, hasta que Oscar, me dijo en voz alta desde el corredor...)
PROF. NUÑEZ: Me encontré la vez pasada a tu alumno favorito!!!, estaba pelando pollo en el mercado mayorista, fue ese día que no fue a la clase de Susan!
SOLE: Si?...que raro, Ok, nos vemos (seguí caminando).

Totalmente extrañada por el dato, me volví a dar la vuelta e intenté detenerlo, necesitaba saber más:
SOLE: Oscar!!!!, espérame, te acompaño a que firmes, cuéntame, cuándo fue que viste a Juan Carlos exactamente?
PROF. NUÑEZ: Ayer, mi esposa me obligó a ir a comprarle unos insumos y el muchacho Juan Carlos estaba ahí, todo sucio, cochinito...
SOLE: Él te vio?
PROF. NUÑEZ: No...se le veía tan ocupado y además, el tipo que parece ser el dueño de la avícola, le gritaba delante de la gente como si nada, lo insultaba bien feo.
SOLE: Volverás ir en estos días???
PROF. NUÑEZ: Lo más seguro es que el fin de semana mi esposa me vuelva a obligar, qué quieres comprarle pollo al muchacho?, jajaja (con risa burlona).
SOLE: No, quiero saber qué hace el chico, quiero seguirle el rastro...
PROF. NUÑEZ: Ya!, si lo veo te mando mensaje pues...

Me despedí de Nuñez, y mi curiosidad ahora era aun mayor y entré nuevamente a mi oficina y pasé por el dpto. de Sistemas para averiguar más datos:
SOLE: Ingeniero!, cómo está?, usted cree que me pueda hacer un suuuper favor??? Necesito tener acceso a la ficha de matrícula de un alumno...
ING. ROJAS: Claro Solecito, dame los apellidos y el ciclo...
SOLE: Juan Carlos Bardales Lopez
El ingeniero se sumergió en un sin fin de cuadros, ventanas que aparecían y desaparecían des de su computadora, hasta que por fin, apareció el registro del muchacho, en efecto el número de contacto era de provincia, de Yauyos, que está a 4 horas de Lima y le pertenecía a "Faustina Lopez Ipanaqué", asumí que quizás era su mamá o alguna tía, así que, llamé y la llamada entró al cuarto intento:
SOLE: Aló? Buenas noche, es usted la señora Faustina Lopez?
SEÑORA: Si soy yo...quién habla?
SOLE: Buenas noches señora, le habla Soledad Mendoza, es usted pariente de Juan Carlos Bardales Lopez?, estamos hablando de la universidad donde él está estudiando...
SEÑORA: ¿Qué?...Él es mi hijo señorita, pero...no sabía que él estaba estudiando (la señora totalmente sorprendida), él viene solo uno que otro domingo señorita, está viviendo con mis otros dos hijitos, yo vivo acá sola, cuidando una chacrita que es de unos parientes...
SOLE: Pero él no le había comentado que él estaba estudiando?...¿nunca?.
SEÑORA: No señorita, le juro que no sabía, pero él está bien , le ha pasado algo o a alguno de mi hijitos?
SOLE: No señora, cálmese, quería tener más datos de él, no sabíamos que tenía hermanos, sabemos en realidad muy poco, y queríamos conocer su entorno, su familia...lo que hace fuera de la universidad, eso principalmente
SEÑORA: (Con la voz quebrada) Señorita...mi "Chacho" (así le dicen) no es malo, tiene un carácter un poco difícil pero es muy noble!, él prácticamente está criando a mis hijitos, él me manda algo de plata porque lo que gano acá no me alcanza, porque estoy enferma...él no es malo señorita (entre sollozos).

Pasaron aproximadamente, una hora y media de conversación, la señora me contó que Juan Carlos "Chacho", como ella y sus hermanos le dicen, es el mayor de tres hermanos, que él se hizo cargo de sus hermanos y su mamá desde que tenía 13 años, cuando a su mamá le detectaron una enfermedad que compromete a los huesos...., dice que se fue a trabajar con su padrino, pelando y despachando pollos y que algunos fines de semana, hace "cachuelos", como mesero en un restaurante. Se levanta a las 3 o 4 am. para ir a Cangallo a traer la mercadería de su padrino, y una vez que la deja en la tienda, va a su casa a alistar a sus hermanos, a prepararles el desayuno y luego regresa a trabajar, y así muchas cosas.

A medida que la señora iba contándome acerca de Juan Carlos, iba sintiéndome cada vez peor, no solo porque estaba frente a un verdadero luchador, digno de admiración y ayuda, pero sobre todo, porque me atreví a juzgarlo sin antes conocer su historia. Entonces, ahora todo tenía sentido...llegaba tarde porque a veces el tío, no lo dejaba en paz, o por ahí había que mandar al colegio a sus hermanitos, iba desalineado, porque el muchacho tenía que correr de un lado al otro, y probablemente, a veces no tenían para comer, porque procuraba guardar esos soles, para mandárselos a su mamá.

La señora me contaba cuando su papá los abandonó, fue Juan Carlos quien asumió las cargas de la casa, vendía caramelos mientras iba al colegio, y ayudaba en uno que otro puesto del mercado, y así llevaba de comer, y ahora, de grande hace lo mismo, y más admirable aun, es que quiso superarse e ingresó a la universidad. Por eso era que llegaba tarde, y el muchacho, quien quizás en otros casos, jovencitos de su edad, estuvieran disfrutando de esa etapa, sin embargo, él renunció a todo eso, y quizás en el fondo guardaba esa amargura de no poder ser como otros jóvenes, por amor a su familia. Entonces...¿dónde quedó ese chico grosero?...si nadie le enseñó derechamente nada, se formó solo; y con todo lo que hacía durante el día...¿cómo iba a rendir en sus estudios?, a partir de ese día todo, absolutamente todo, tenía sentido.

Esa noche no dormí, por el terrible cargo de conciencia, y me pasé asociando muchas cosas, y sentí profundo pena por el muchacho, y...vergüenza por mi. Al día siguiente, llegue a la oficina mucho más temprano de lo normal, mi secretaria no había llegado, nadie del piso en realidad, solo los vigilantes, daba vueltas una y otra vez por toda la oficina, no podía sentarme ni mantenerme quieta, y para mi buena suerte, un alumno de confianza, que era del mismo salón que Juan Carlos, había llegado temprano para reunirse con otros compañeros...:
SOLE: (grité desde el ventanal de la oficina)...Hugoooo!!!, sube, urgente!
HUGO: (con una terrible cara de susto): Señorita, buenos días...qué hice?
SOLE: Jaja...nada Hugo, dime...cómo va Juan Carlos?
HUGO: Ay profe!...usted sabe cómo es él, la vez pasada le encargamos que hiciera la parte de las conclusiones del trabajo que nos dejó la profesora Myrna, y no vino, ni ese día, ni el siguiente, así que lo sacamos del grupo.
SOLE: Huguito, te pido un favor, tu sabes dónde vive?, no sé si eras tu o Amanda, que una vez lo vieron en el mismo paradero...
HUGO: Ahhh, fue Amanda, yo vivo acá cerca, en cambio Amanda vive por el Rimac, creo que él vive por allá, porque dice que algunas veces lo ve en el paradero, pero nunca la saluda..ve profe? el pata es de lo peor..., por cierto, Amanda ya llegó, le digo que suba???
SOLE: Genial!, dile que venga, al toque, quiero pedirles un favor a ambos...

Hugo llamó a Amanda, su compañera de clases, y la niña se presentó casi casi de inmediato, bastante intrigada.

SOLE: Hola Amandita, buenos días, mira...estaba preguntándole a Hugo acerca de Juan Carlos Bardales...
AMANDA: Juan Carlos?...el cochino? (Hugo soltó una sonora carcajada burlona, y no me causó gracia).
SOLE: Si, tu compañero Juan Carlos, no el "cochino", bueno, por lo que me cuenta Hugo, posiblemente viva cerca por tu casa no?
AMANDA: Mmmm, no sé, a veces me lo he encontrado, pero siempre se pasa de largo, va como medio ido, y una que otra vez lo he visto bajar en el paradero y siempre se va en dirección a Virú...
SOLE: Miren chicos, necesito que me hagan un favor...necesito saber dónde vive Juan Carlos, si trabaja, dónde trabaja? si vive con alguien...no sé, y Amanda, si me dice que lo ves irse por esa calle, Melendez no vive también por esa calle?, 
AMANDA: Ahhh! siiii, él podría acompañarnos 
SOLE: Necesito que lo sigan o que consigan todos esos datos...creen que puedan hacerme ese favor?
AMANDA: Claro profe, pero usted sabe lo seco que es Juan Carlos, no dice ni "hola" a nadie...con las justas la saluda a usted...
SOLE: por favor chicos, necesito que averigüen eso, no tenemos ningún tipo de registro de él, y al menos queremos saber qué hace, me pueden hacer ese favor?...
 Amanda y Hugo, aceptaron mirándose con caras de resignados, pero era exactamente lo que necesitaba, y al cabo de 10 días, obtuve más información de la que imaginé.

A esta búsqueda, se les sumaron otros dos alumnos, se empezaron a turnar, para que Juan Carlos no tuviese sospechas, lo seguían día y noche, inclusive el fin de semana, y se juntaron para contarme todo lo que habían encontrado acerca del muchacho.

No solo sucedía todo lo que ya había contado, sino que resultaba que era un hermano amoroso, preocupado, buen vecino y muy querido entre los niñitos de la quinta en la que vivía, uno de esos niños dió aun más datos, Juan Carlos dormía en una cama improvisada por cartones y mantas, y la única cama, era para sus hermanitos menores, les cocinaba y los dejaba a cargo de la vecina de ellos, mamá del niño que que proporcionó los datos. Los alumnos a los cuales les había dado la tares, regresaban cada vez más sorprendidos, porque ese Juan Carlos, al cual apodaban despectivamente, como "el cochino", ese chico, malgeniado, de apariencia hosca, que inclusive trata mal  a la gente, es eso..."gente", renunció a su niñez para convertirse en adulto a la fuerza y aun más, trabaja desde las 4 am. cuida a sus hermanos, los atiende y muy cansado, se va a estudiar, a intentar mejorar su panorama...entonces ¿dónde quedó el cochino".

Después de una reunión entre los mismos alumnos de su salón, vieron cuan equivocados estaban y los injustos que habían sido al juzgar a "Chacho", vieron lo que ven sus ojos, no vieron otra cosa, y yo también hice lo mismo, y quizás, él tenía que enfrentarse todos los días con toda esa gente hostil, en todos lado, y su tosquedad era su única arma de defensa.

Al cabo de unos días, ya los profesores sabiendo lo que sucedía con el muchacho, y aun más, solicité una cita con con Dirección Académica y el Rectorado, para explicar el caso de este joven,  para muy grata sorpresa mía, el mismo Rector mandó llamar al chico y le había ofrecido un puesto de trabajo dentro del Área de Logística de la misma universidad, con un horario de 8 a 4pm., con un sueldo que era mucho más que el doble lo que podía ganar, y tendría tiempo no solo de cuidar mejor a sus hermanos, sino cambiar su calidad de vida. El joven, cambió su vida, nunca más lo vimos de mal humor, bien vestido e impecable, era un joven sonriente, bromista, buen compañero, y sus calificaciones eran excelentes.

Y si, yo he cometido ese error, muchos en realidad; decimos: "esa persona me cae mal, porque es bruta para hablar, es mala onda, es...es... es..", pero, ¿realmente conoces su historia?, quizás mientras tu y yo, tenemos alguien quien nos espere en casa, tenemos nuestros afectos intactos, quizás es apersona es una persona sola, que no recibió educación, pero es de corazón noble, que quizás es bruta para decir y hacer las cosas, pero nunca nadie le enseñó los límites de la cordura o el sentido común y la moderación. Yo cometo esos errores; el conocer a la gente, no implica necesariamente ser su amigo(a), pero si el dejar de juzgar, nadie sabe todo el mundo que existe detrás de cada quien, cada ser tiene una historia, y que al final, nos convertimos en una especie de "collage" de todas las personas y eventos que pasan a través de nuestra vida...entonces, realmente ¿Te conozco?