sábado, 15 de octubre de 2016

SAMANTA


Sami...ella sería nuestra hija mayor.


Tendría la fisionomía de Gladys, sería biológicamente suya, pero sentimentalmente nuestra.
Mi hija Samanta iba a ser fecundada con el óvulo de Gladys, escogeríamos un donante, que tenga algunos rasgos míos, el cabello, ojos...algunas cosas en particular.

Yo soñé con ambas, inclusive hice un post acerca de ese sueño, muchísimo antes de tener una relación con Gladys, y más aun, antes de conocerla.


"Sami", como su mamá y yo la llamábamos ya, sería aquella niña particular, independiente, un espíritu libre, de ese tipo de chicas que se desafía a sí misma para lograr cosas grandes, qui´zas intrépida, astuta, y lo suficiente hábil para tener en la palma de sus manos, mi corazón blando, que sucumbiría al primer "te quiero mamá".


Amé tanto a esa hija imaginaria, que quizás ha sido lo que más dolió, el haber soñado con una familia, y que...sabes que solo quedará en tu cabeza.

Mi hija Samanta, al menos Gladys decía que sentía que sería así, que quizás ella elija llevar la misma profesión que tengo, inclusive, Gladys estuvo por comprar unas cosas de juguete para cuando ella naciera, yo era tan feliz esos días!. 


La imaginamos una chica delgada, de cabello ligeramente ensortijado, extremadamente ingeniosa y hábil, promotora de grandes aventuras...el más maravilloso espíritu libre de la Tierra. 

Adiós Sami amada, nos vemos en mis sueños, pequeña mía.


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